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Cuando debemos tomar decisiones importantes utilizamos distintos recursos, en algunos casos establecemos “Pros” y “Contras”, consultamos con especialistas, hablamos con familiares, etc. Si te encuentras con la posibilidad de invertir en un negocio, te presentaremos las ventajas competitivas de franquiciar y por qué comenzar este camino puede resultar un desafío interesante.
“Compartida, la vida es más”, famoso slogan de una marca. En esta frase se resume la justificación central de por qué franquiciar. Pensar de punta a punta el desarrollo de un negocio requiere de un esfuerzo extraordinario. A veces es un trabajo en soledad, donde el principal motor es quien piensa, ejecuta e invierte. Es decir una misma persona cubriendo distintos roles. Cuando elegimos el modelo de franquicia, nos subimos a “un barco” en donde las probabilidades de naufragar son notablemente más bajas, porque seremos parte de algo más grande, que está probado y funciona. Seremos parte de una red.
Si tuviesemos que exponer las ventajas de “franquiciar” de manera concreta y contundente diríamos que:
- Reconocimiento de marca: aquí la marca ya está instalada en la región. Se encuentra posicionada a nivel mercado.
- Concepto y modelo comercial probado. Reducción de margen de riesgo.
- Apoyo del franquiciador. Capacitación y asesoramiento general.
- Red de franquiciados. Personas que también han decidido invertir comparten su experiencia y se establece trabajo en conjunto.
- Plan de marketing garantizado. Un buen plan de marketing colabora en la promoción y expansión del negocio.
Si bien el modelo de franquicia nos permite “descansar” en la certeza de que el negocio funciona porque está probado,no significa que esto ocurra por arte de magia. Ser dueño de tu propio negocio requiere de responsabilidad, criterio y tenacidad. Si cuentas con estos atributos deberías saber que el modelo de franquicia tiene altas probabilidades de éxito. Emprender acompañado, respaldado por modelos de negocios probados y aprobados, reduce notablemente el margen de riesgo.
La sugerencia principal, si cuentas con un capital de inversión, es que analices el tipo de negocio en el que te gustaría involucrarte, es decir: ¿supone un desafío para tí? ¿Por qué? Preguntas de orden existencial que seguramente se relacionen con la motivación intrínseca que subyace en cada uno. Luego deberás interiorizarte sobre el sistema de franquicias, su funcionamiento y características. Investiga, analiza, asesórate y pregunta todo lo que haga falta para sentirte seguro de cada decisión.
Parece, entonces, que la vida compartida, es más, ¿no? Formar parte de una red nos contiene, nos ánima. Franquiciar se trata de un conjunto de personas unidas bajo un mismo objetivo: que cada nuevo integrante que se incorpora, crezca. Porque de ese modo, no solo el negocio crece, las personas detrás de ese negocio se desarrollan y alcanzan sus metas. Esta nota es solo una invitación para que, si te encuentras en ese momento de la vida en donde todo parece conjugarse para lanzarse a lo nuevo, tengas en cuenta que franquiciar es una alternativa interesante para quienes asuman el desafío de crecer acompañados.