ARIEL Y OSCAR CUEVAS, UN CASO DE ÉXITO FAC

Ariel trabajó por varios años en diferentes empresas y un día decidió que debía cambiar su estilo de vida. Su hermano Oscar opinaba lo mismo, por lo que empezaron a investigar sobre las franquicias, sus ventajas, sus desventajas y todas aquellas marcas de distintos sectores; pero se decidieron por invertir en Barañas y así abrieron su tienda de un solo precio.

El día a día en la tienda es diferente para cada franquiciatario a lo largo de la república. Ariel nos comparte que lo que más le gusta es tener clientes, que aunque no compren, se queden un rato dentro de la tienda y vean los productos y hagan comentarios si algo les gusta o que planeen regresar por artículos en especial. Ariel y Oscar no descuidan su tienda y siempre tienen mercancía surtida para que sus clientes se vayan satisfechos al ver la rica variedad.

Pero claro que no todo es fácil, los hermanos Cuevas nos platicaron que el obstáculo número 1 al que se han enfrentado es la distancia que existe entre el punto de proveeduría hasta el punto de entrega, pero han logrado resolverlo conservando la calma para no hacer una polémica entre ellos mismos como socios. Sólo con tranquilidad han llegado a soluciones como por ejemplo pedir cantidades mayores de mercancía para entonces poder esperar con paciencia el resurtido. Es así como pequeños ajustes van haciendo de su estrategia de negocios un sistema más óptimo.

Como emprendedores, los hermanos Cuevas ya tienen nuevas metas: “Queremos seguir creciendo con algunas sucursales. Nos encanta como la gente va a la caja y cuando paga sus productos, aunque que ya conocen el precio, ponen una cara de <¡WOW, que económico me sale comprar aquí!>. Nuestra meta es seguir ofreciendo esta variedad y seguir luchando con los pequeños obstáculos, eso alimenta nuestra experiencia. Para nosotros no hay nada más rico que el disfrutar resolver una situación de la mejor manera”. De hecho Ariel y Oscar ya están listos para abrir su segunda tienda este 15 de julio y por supuesto, les deseamos el mayor de los éxitos.

Para terminar, estos emprendedores nos dejaron una última confesión, ellos al principio tuvieron miedo e incertidumbre pero recordaron el dicho “ El que no arriesga, no gana” y recomiendan a todos aquellos que tengan el sueño de iniciar su propio negocio que confíen en ellos mismos porque realmente, solo es cuestión de esforzarte… de la mano siempre viene una satisfactoria recompensa.