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En su tercer año de vida, la franquicia Shana quiere alcanzar las 400 tiendas
Shana, que cuenta con franquiciadores en países como México, Dubái, Marruecos y Venezuela, se prepara ahora para atacar China. Tras meses de búsqueda de un socio local, el fundador de la compañía, Julián Imaz, ha firmado un acuerdo de máster franquicia con una sociedad de capital 100% china formada por diferentes socios locales.
El primer establecimiento se abrirá en un nuevo centro comercial del centro de Shanghai, Guang Qi, que abrirá el 1 de mayo y en el que ya han reservado su plaza firmas internacionales como Uniklo y H&M. El local de Shana tendrá 1.000 metros cuadrados y pretende ser una tienda bandera para darse a conocer en la ciudad. El franquiciador negocia ya la apertura de otras tres tiendas en otros centros comerciales de la ciudad.
“China es el país que todos tenemos en el punto de mira –afirma Imaz–, pero el socio debe ser el apropiado”. El gigante asiático ofrece un mercado de más de 1.000 millones de consumidores ávidos de marcas europeas, por lo que Shana se presentará como una firma occidental y venderá las mismas colecciones que comercializa en Europa. “Queremos que se nos reconozca como un producto made in Spain –dice Imaz–, que subcontrata parte de la confección de sus prendas a fábricas de España y Portugal y sus complementos, a productores en China”.
La cadena ha registrado una rápida expansión internacional gracias a la apertura de franquicias, que abre mediante alianzas con máster franquicias locales. Además del mercado español, los países mediterráneos y latinoamericanos siguen siendo prioritarios para Shana, cuyo punto fuerte son las camisetas y la ropa de última tendencia a precios de derribo que no superan, de media, los ocho euros. Una camiseta, por ejemplo, cuesta entre dos y tres euros.
El precio como prioridad
El público de Shana es una mujer muy joven que persigue un cambio constante de vestuario y busca las últimas tendencias, con el factor precio como principal prioridad.
Shana diseña sus colecciones, que renueva todas las semanas, desde su central de Arenys de Mar (Maresme). Parte de las prendas se fabrican en la planta que Comdipunt tiene en Mataró para asegurar el prontomoda. El resto se subcontrata a terceros al igual que la distribución, que realiza la multinacional UTI.
El pasado julio, Shana firmó un preacuerdo para la entrada en su capital de Barcel Euro, el hólding de Manel Torreblanca y Liliana Godia, que se prevé que tome el 30% de la compañía mediante una ampliación de capital.