Noticia - Bienes raices
A casi un año de haber lanzado al mercado su modelo de franquicias, la empresa Quality Inmobiliaria ha logrado abrir 20 oficinas en la zona centro del país.
De acuerdo con Ricardo Guizar, fundador y director general de la marca, el éxito de su modelo de negocio se debe a su filosofía de que "el dinero viene como consecuencia del trabajo bien hecho, y nuestra labor no es vender franquicias, sino desarrollar profesionales inmobiliarios".
Para sustentar esta filosofía, Quality ha desarrollado un modelo de membrecía de baja inversión, con una cuota de entrada de 60 mil pesos más IVA, un pago mensual de regalías fijas de seis mil 900 pesos más IVA, y con gastos operativos bajos, debido a que no se requiere de la instalación formal de una oficina.
El franquiciatario número 20 de Quality es Ricardo Díaz, quien se integró a la franquicia sin contar con experiencia en el ramo, y a casi cinco meses de iniciar con la operación de su oficina, ya ha concretado su primera venta, y llevan un ritmo de adquirir tres exclusivas de inmuebles al mes.
La franquicia, que opera bajo el nombre de Quality Real, cubre la delegación Azcapotzalco, en la ciudad de México, y los municipios de Tlalnepantla, Naucalpan y Tultitlán, en el estado de México.
"Ya había tenido la oportunidad de tener un negocio propio, pero me atrajo el modelo de franquicia porque se reducen los riesgos, se amortiza la curva de aprendizaje, y porque se parte de un punto en donde ya se tiene un prestigio sin que se haya tenido que luchar por él.
"El negocio inmobiliario es el que más me llamaba la atención porque identifiqué aptitudes y capacidades en mí que me permitirían desempeñarme en este sector. Además, es un giro que ofrece muchas oportunidades sobre todo en las grandes ciudades, debido a que la vivienda siempre será un artículo de primera necesidad", explicó Díaz.
Agregó que se decidió por Quality por la filosofía con la que se maneja la empresa hacia sus franquiciatarios, y por el profesionalismo con el que tratan a su cliente.
"Al tener ya contacto con los clientes, nos hacen ver que la empresa tiene muy buena imagen; identifican que sabemos lo que estamos haciendo; les da mucha confianza que pertenezcamos a un corporativo les da mucha confianza; y finalmente quedan contentos porque saben que nuestra labor no es vender su inmueble, sino satisfacer sus necesidades", afirmó Díaz.
Sobre sus expectativas que tienen en el negocio, comentó que en el primer año esperan completar su curva de aprendizaje, y obtener ingresos equivalentes a cinco veces su inversión inicial.
"En este negocio estamos involucrados mi padre, uno de mis hermanos y yo, y lo estamos tomando como un negocio de vida que podríamos pasar a nuestros herederos", concluyó el emprendedor.